Es muy frecuente olvidar que para llegar al estado deseado, el estado donde se quiere que la “Tiendita” este en el futuro, es necesario pasar por un estado de transición donde es frecuente que las condiciones sean incómodas, incluso peores al estado del que se partió. Esto origina que muchas veces se abandonene los cambios y se regrese al estado anterior.
Esto ocurre en todos los ámbitos de la vida, personales, académicos, profesionales. Supongamos que el cambio que se quiere es bajar de paso – para que sea entendible para todos, pues ¿quién no se lo ha propuesto?. Pasa que no se baja de peso inmediatamente y si es muy incómodo no comer lo que uno esta acostumbrado y ¡además no bajar de peso! o incluso a veces hasta se sube, entonces es frecuente abandonar el proceso y regresar a la situación anterior, olvidando el cambio.
Lo mismo que se narra en el párrafo anterior ocurre con los cambios en los negocios, hay que asumir que un cambio implica siempre una etapa de transición donde es muy probable que exista una disminución de productividad, de eficiencia y hasta de eficacia. Esta etapa de transición es la más difícil pues se puede perder de vista el estado futuro que generará el cambio seleccionado y abandonar los esfuerzos que se tomaron para el cambio.
Esto es gestionar el cambio, es descubrir que no hay “varita mágica” que nos cambie de inmediato del estado actual al deseado, siempre hay una transición donde incluso se pueden bajar los indicadores de desempeño que tenemos en nuestra “tiendita” pero si se persiste en el esfuerzo el estado futuro deseado llegará.
Por ejemplo cobrar con “scanner” ya sea Punto de venta o PC, al principio puede ser muy engorroso y tardado, puede parecer que se toma más tiempo y que los clientes se p´pueden desesperar. También ocurre que algunos productos no tienen SKU (“código de barras”) y eso puede generar que no cobremos con el scanner y no se registre la venta en el sistema y que al final las cuentas “no cuadren”… En ese punto muchos tenderos han a”abortado la misión” y regresado a cobrar solo con su calculadora. Es solo in ejemplo de muchos similares como el inventario, el uso de anaqueles especiales, la captura de datos de los clientes y en fin muchas situaciones donde al realizar el cambio no se considera el estado de transición y se genera frustración por no estar en el estado deseado tan rápido como se pensaba.
¡Cuidado querido tendero! Siempre recuerde esta idea y la gráfica de la mariposa, recuerde que primero hay que ser capullo antes de extender las alas. Gestione sus cambios.